-Hola, te echo mucho de menos ahora casi nunca te veo, todavía recuerdo esos tiempos en los que tu y yo formábamos parte de un amor eterno. Aquel día fué el último, pero desde luego el más especial; no pude evitarlo, te hice mía y sólo mía, no te dejé huir ...y en cambio ahora... bueno esos tiempos han cambiado...

-Abeces lloro cuando te recuerdo, nosé como ago pero tu para mí sigues estando presente. No entiendo como pasó ni porqué, fué una tontería que te fueras así de mi mundo, de este mundo... tan joben, tan guapa, tan lista, tan sexy, tan perfecta.... tan tú. -Yo no pude evitar centrarme en tí, recuerdo aquella noche en tu casa; yo tumbado en la cama, tu de pié, mirándome, yo empecé a verte desde abajo, viendo tus pies perfectamente perfilados, acariciando tus suabes piernas con mi mirada llegué a tus caderas, tu primera curba tan perecta, despues por tu barriga, blanca , casi tanto como la propia niebe, mas arriba se notaban algunas costillas que se perdían entre tus pechos, tan perfectos como tú, por último llegué a tu cara; tus labios entreabiertos detrás gusrdabas dos menudos dientes blancos, muy blancos, luego tu naríz pequeña sencilla con una ligera curbatura que acababa jnto a tus ojos, negros, oscuros, parecía que no tenían fín, tu pelo suabe, liso, rubio, despeinado... Cuando terminé de examinarte te agarré por la cintura y te deslicé junto a mi, los dos estabamos entre las sábanas, nuestros sentimientos perdidos entre ellas,te abracé y surgió. Lo recuerdo todo tal cual.... te amé y... aunque ya no estés lo sigo aciendo...